Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 41

—Ya son más de las 10— dije, mirando mi reloj de pulsera.

Kian asintió, sus ojos nunca apartándose de los míos.

—Puedo llevarte a casa— dijo, su voz baja y ronca.

Agité la mano, rechazando su oferta.

—No, está bien— dije, tratando de sonar casual. —Vine aquí con mi coche.

Kian levantó una ceja,...