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31- Solo me siento cerca de mí... recuerdos de robots

Mercedes Pulido de Briceño era una mujer, calculo, de unos 56 años, con un poco de canas, dudosa imparcialidad y unas manos muy bien conservadas que solo estaban marcadas por delicadas venas bajo su piel blanca. Tenía una barbilla fuerte y definida, seguramente heredada de su árbol genealógico, una ...