Read with BonusRead with Bonus

22- De frutas a besos

—No, espera, espera —me llamó—. Dassy —susurró, acariciando mi nombre con su voz ronca. Me di la vuelta, reprimiendo la sonrisa que su presencia había vuelto a provocar en mí—. Cuando entremos, serás un familiar del paciente y yo seré un doctor. No podremos hablar. Dos doctores muy conocidos y yo ma...