Read with BonusRead with Bonus

SESENTA Y TRES. LA PARANOIA DE SHANE

El sonido de un golpe en la puerta detuvo a Cammila de lamentar su triste destino. Había estado acurrucada en su cama desde que Jordyn la llevó a casa hace tres horas. Solo yacía en su cama llorando y abrazando un cojín.

Cammila estaba agradecida de que el doctor le permitiera ir a casa después de ...