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Capítulo dieciocho

El palacio estaba inusualmente silencioso esa mañana, una quietud que parecía colgar en el aire como una densa niebla. Me desperté con una sensación de inquietud, un sentimiento de que algo estaba terriblemente mal. Mientras me dirigía a la habitación de Aurora, mi corazón latía con fuerza en mi pec...