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Chapters
La noche de bodas
El mejor amigo de mi esposo
La Esposa Abandonada
Nacimiento
Ethan Graham Taylor
Inesperada confesión
Su consuelo
El amigo de mi esposa
No quiero hijos
Pensando en ella
No puedes negarte
La nueva función de Jared
No te necesito
Un aspecto demacrado
De compras
Lo que siento por mi esposa
Un poco mas de tiempo
Los planes del esposo
Planes de divorcio
Flores
Aniversario
¡¿Sabes quién es?!
Fingir que sí
Me quiero divorciar
La decisión del padre
Lo que pierden los Graham
La mujer que mi amigo ama, es mi esposa
Un hijo inútil
¿Suplicar?
La visita del yerno
¿Cuál fue ese acuerdo?
Claveles
Un dia de mierda
Relación laboral
Desahogo
¿Qué planea Henry?
¡¿Dónde está Ethan?!
Sin resultados
Cubrir rastros
Estar junto a él
Nuestro hijo está vivo
Todo arreglado
Graham es un peligro
La verdad
Volver con su madre
Mi hijo
La decisión de Alice
Nunca te soltaré
No fue una ilusión
La fuga
Imposible resistirse
¡Pelea en el baño de chicas!
Algunas verdades
Un encuentro hermoso
Lo robas. ¡Eres culpable!
Cabeza de turco
Posible solución
Lo haría otra vez
Nuevo abogado
Adiós, Beth
Familia 1
Familia 2
Familia 3
Tarde
No es un buen lugar
A casa
Hermosa bienvenida
Charisse
Feliz cumpleaños
Velada 1
Velada 2
Velada 3
Inoportuno
¿En tu cama o en la mía?
Rechazo 1
Rechazo 2
Día de visitas
Regreso 1
Regreso 2
Aquella visita
Un día de ira
Situaciones
Pruebas
Familia
Confrontaciones
Los deseos del padre
Su brillo
¿Me levantas el castigo?
Charla importante
Herencia
Futuro
Nuestro viaje
Una bienvenida
El inicio
Cuñada problemática
Falsa
Regreso
Un recuerdo del pasado
Vacaciones
¡Feliz cumpleaños! 1
¡No me hagas daño!
Se detiene una vida
¡Feliz cumpleaños! 2
Di la verdad
Sofía
Bethany
Buenas y malas noticias
Las Taylor se reúnen
Hermanas
Almuerzo
Víspera de una boda
Mi boda con Robert Graham
Final
Zoom out
Zoom in
Read with Bonus
Read with Bonus
Vacaciones
Habían decidido dos semanas de vacaciones.
Después de todo se lo merecían, pero también era uno de los regalos por el cumpleaños de Alice.
—Aún sigo sin creérmelo.—Alice tomó otro trago, se habían pasado un poco con los cocteles, pero milagrosamente la rubia no estaba ebria, sino Robert.—Me está sen...