Read with BonusRead with Bonus

No soy una nina

Amery sonreía, Drago por el contrario con un rostro de perro apaleado no sé encontraba nada contento con esto, algo en lo que estábamos de acuerdo es que a él no le agradaba la idea de viajar y a mí me molestaba su indiferencia por hacer su trabajo.

—¿Ya tomaron su declaración? —pregunte a Amery ...