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¡El mató a mi hijo!

En ese silencio, con tanta tranquilidad escuchando el suave latir de su corazón, no demore en quedarme dormía, no era la posición más cómoda pero era agradable dormir junto a un hombre que se ama y en quien puedes confiar.

Del que no se teme que de pronto su humor cambie y te agrada sin razón, él e...