Read with BonusRead with Bonus

20

Giovani en serio creía que aquella escena era ridícula, la verdad. Estar en medio de un restaurante famoso de toda la ciudad con una mujer delante de él, llorando, sabiendo bien que ella solo lo hacía cuando se arruinaba su cara manicura que de por si paga él, era bastante para agotar su paciencia.

...