Read with BonusRead with Bonus

La elegida

—¿Desnudo? No, ese no es el trato

—debes hacerlo, si no lo haces, no saldrás nunca de mi casa, se lo aseguro

—¡No eres mi puto dueño!

—¡Tienes una boca muy sucia! La puedo limpiar, ya sabes...

—¡Eres un sucio, depravado!

Emilio sonríe maliciosamente. —¿Lo soy? O lo eres tú. Al pensar tan sucio, díg...