Read with BonusRead with Bonus

Quiero a mi esposo

Lavanya estaba a punto de decir que no, pero Eden la detuvo tomándola de la mano.

—Nos quedaremos, mamá.

—Eden, pero tu trabajo...

No la dejó terminar la frase.

—Lo sé, pero mis empleados han estado manejando mi trabajo hasta ahora en mi nombre. No pasa nada si lo manejan unos días más. Quiero c...