




Decisión equivocada
Lavanya se volvió para mirar a Eden. Se acercó a él y preguntó —¿Cómo está esto relacionado con mi hermano?
—Déjame dejar esto muy claro, Lavanya. —Se levantó de la cama, la miró a los ojos color miel y dijo—: Si te niegas a quedarte aquí y a casarte conmigo, destruiré la carrera de tu hermano y también afectará el negocio de tu familia, pero si te quedas aquí a mi lado, lo ayudaré a alcanzar grandes alturas y el negocio de tu familia también se salvará. Piensa, Lavanya, si el negocio de tu familia se cierra, muchas personas perderán sus empleos. —Ella lo miró y él sonrió con malicia.
Se acercó más a ella y le susurró al oído —Toma tus decisiones con cuidado, ya que muchas vidas dependen de ti, incluyendo la de tu hermano. La elección es tuya, cariño.
—Mantén a mi hermano fuera de esto —dijo, mirándolo directamente a los ojos.
—Lo siento, cariño, no puedo hacer eso. Sé que él es tu debilidad y harás cualquier cosa por él —sonrió.
—También puede ser mi fortaleza —dijo ella, con confianza.
—Entonces hazlo tu fortaleza y acéptame en tu vida, de lo contrario, ya sabes las consecuencias de decir no. Incluso tu abuelo sabía que si se negaba a enviarte conmigo, lo que podría hacer con la carrera de tu hermano —dijo, mirándola a la cara.
Lavanya cerró los ojos y recordó todos los momentos con Daksh, donde él siempre la protegió desde la infancia y cómo también estaba preocupado por enviarla sola a Londres. Ahora, sentía que todas sus preocupaciones eran correctas y tenía emociones encontradas, como enojo hacia su abuelo, un poco de miedo y tristeza porque iba a tomar la decisión de vivir con un extraño, dejando a su propia familia.
—Me has protegido tantas veces, Bhai (hermano). Ahora es mi turno de hacer algo por ti. Sé que estarás muy enojado conmigo cuando sepas que acepté quedarme con él y sacrifiqué toda mi felicidad para salvar tu carrera, pero tengo que hacerlo por ti y por el negocio de nuestra familia, que es el esfuerzo de papá. Lo siento —pensó Lavanya y abrió los ojos solo para encontrar a Eden mirándola sin expresión en su rostro y sin emociones en sus ojos.
Daksh estaba tratando de llamar a Lavanya. Continuamente intentaba llamarla. Aakash entró en su habitación y lo vio paseando de un lado a otro, ansioso.
—¿Por qué no has dormido aún? —preguntó Aakash y Daksh se volvió para mirarlo.
—Estoy tratando de llamar a Lavanya, pero no contesta —dijo mientras volvía a marcar su número.
—Daksh, deja de llamarla. Debes entender que debe estar cansada después de un largo viaje y debería estar descansando un rato. Ella te llamará pronto. No te preocupes demasiado. Si te preocupas, las preocupaciones de tu mamá se duplicarán.
—Pero papá, mi mente y mi corazón me dicen que algo anda mal con ella. Lamento decir esto, pero esta vez no puedo confiar en el abuelo porque mi corazón no me lo permite —dijo Daksh, arrojando su teléfono sobre la cama.
Aakash colocó su mano en su hombro y dijo —Debes dormir, Daksh. Necesitas descansar para calmar tu corazón y tu mente.
Salió de la habitación. Daksh se sentó en el borde de su cama y sostuvo su cabeza con frustración.
—Por favor, llámame, Lavanya —se recostó en la cama e intentó calmar sus preocupaciones y a sí mismo, pero no pudo dormir. Su mente no dejaba de pensar en Lavanya.
Eden seguía mirando fijamente a Lavanya esperando su respuesta, pero ella lo miraba en silencio. Estaba perdiendo la paciencia y la ira comenzaba a ser visible en sus ojos. Sacudió la cabeza, caminó hacia la puerta y estaba a punto de salir de la habitación cuando la escuchó.
—Estoy lista para esto.
Eden se volvió para mirarla. Caminó hacia ella y preguntó —¿Qué acabas de decir?
—Estoy lista. Me casaré contigo y me quedaré contigo —tragó el nudo que se formó en su garganta y una lágrima rodó por su mejilla, ya que esta era la decisión más difícil que había tomado en su vida.
Eden le secó las lágrimas con el pulgar —Dilo de nuevo.
—Me casaré contigo.
Eden se sentía muy feliz. Sus ojos, que estaban sin emociones hace unos minutos, ahora brillaban de felicidad. Le besó la frente y la abrazó. Ella no lo abrazó de vuelta y se quedó como una estatua en sus brazos.
—Muchas gracias, Lavanya. No tienes idea de cuánto significa tu sí para mí. Hoy, siento que he recuperado todo mi mundo y mi felicidad —dijo Eden, rompiendo el abrazo. Se fue feliz pensando en su matrimonio y la vida que le esperaba con Lavanya, mientras ella comenzó a llorar sentada en la cama. Se recostó y pronto la almohada bajo su cabeza estaba empapada con sus lágrimas que no dejaban de fluir, como agua de una cascada.
Su vida cambió totalmente con una sola decisión tomada en la desesperación. De repente, pasó de ser una chica universitaria a ser la prometida de alguien. Soñaba con llevar un birrete de graduación, pero ahora llevará un vestido de novia.
Soñaba con tener éxito en los negocios y quería cumplir todos sus sueños, pero aquí sacrificó todo y aceptó quedarse con alguien a quien apenas conoce. Lo único que sabe es que ha tomado una decisión equivocada, pero también sabe que tiene que hacerlo por Daksh. Tiene que mantenerse fuerte por él y por sus seres queridos en India, ya que no puede hacer otra cosa ni regresar a India. Ahora, solo le queda esperar a ver a dónde la llevará esta decisión equivocada en su vida.