




La quiero
Los pájaros cantaban afuera, y los rayos del sol brillante, entrando por el balcón, besaban su hermoso rostro. Ella cubrió su cara con el edredón, ya que los rayos del sol perturbaban su sueño.
—Lavanya, despierta. Te estás haciendo tarde para la universidad —dijo su madre, Sakshi, mientras golpeaba la puerta. Lavanya se quitó el edredón del cuerpo, se levantó de la cama y abrió la puerta para su madre.
Sakshi entró en su habitación y dijo—Prepárate rápido y baja a desayunar. Sabes que a tu abuelo no le gusta que nadie llegue tarde al desayuno.
—No me importa, mamá. Él tampoco me quiere ni se preocupa por mí —dijo y se fue al baño.
—Es tu abuelo. Deberías mostrarle algo de respeto, aunque él no te muestre cariño —dijo Sakshi y Lavanya suspiró.
—Estaré lista en diez minutos —dijo y Sakshi salió de su habitación. Se preparó después de una ducha rápida y bajó las escaleras. Entró en el comedor y suspiró aliviada al no ver a su abuelo allí.
—Buenos días, papá —saludó a su padre, Aakash.
—Buenos días, princesa.
Se sentó en su silla al lado de su hermano, Daksh, quien la miraba y dijo—Deberías levantarte temprano.
—Lo sé, Bhaiya, pero no puedo levantarme tan temprano —dijo con un puchero y vio a su abuelo, Jai, entrando en el comedor. Se preparó para ser regañada por levantarse tarde, y cerró los ojos, pero lo que él hizo la sorprendió. Abrió los ojos y vio a su abuelo colocando su mano en su espalda, mirándola con ojos llenos de amor.
—¿Qué le pasa hoy? Siempre me regañaba y me decía que me mantuviera alejada de él, pero hoy me está mostrando su amor —pensó mientras trataba de leer los pensamientos de su abuelo y lo siguiente que hizo la sorprendió aún más. Él le besó la frente y se sentó en su silla.
Le preguntó en un susurro a su hermano—¿Está bien el abuelo? ¿Por qué me está mostrando tanto amor?
Daksh se llevó un dedo a los labios para decirle que dejara de hablar y ella miró a su abuelo de nuevo. Daksh la miró y dijo—Termina tu desayuno. Te llevaré a la universidad.
Lavanya terminó su desayuno y se fue con su hermano. Estaba sentada en el asiento del pasajero del coche al lado de su hermano, quien conducía con cuidado.
—Bhaiya, ¿qué le pasó hoy a Dadaji? De repente me estaba mostrando tanto amor.
—Estás tan acostumbrada a que te regañe que ni siquiera puedes entender su amor por ti —respondió Daksh y ella hizo un puchero, pero en su corazón, él también encontraba extraño que su abuelo, quien odiaba a Lavanya desde su nacimiento y siempre la regañaba, hoy le haya mostrado tanto amor.
Daksh detuvo el coche frente a la universidad de Lavanya. Ella salió del coche. Estaba a punto de entrar a la universidad, pero se giró para mirar a Daksh y sonrió, saludándolo con la mano. Él le devolvió la sonrisa y condujo el coche hacia su oficina. Entró en la oficina y fue a la cabina de Aakash.
—Papá, necesito hablar de algo —dijo y Aakash le pidió que se sentara.
—¿Qué pasó?
—Papá, tengo una sensación extraña sobre el cambio en el comportamiento del abuelo hacia Lavanya —dijo Daksh y Aakash también comenzó a pensar en ello.
Lavanya entró en su aula y se encontró con su mejor amiga, Shreya. Ambas se sentaron en sus asientos. Lavanya sacó un libro de su bolso y comenzó a leerlo. Shreya la vio leyendo el libro y dijo—¿No puedes añadir algo de diversión a tu vida?
Lavanya levantó los ojos del libro para mirarla y preguntó—¿Qué tiene de malo leer un libro?
—Mira a tu alrededor, Lavanya. Nadie tiene un libro en las manos. Todos se están divirtiendo. Vamos afuera y disfrutemos —dijo Shreya, tomándola de la mano.
—Tú planeas casarte con un multimillonario, pero yo planeo ser una multimillonaria —dijo Lavanya y volvió a concentrarse en su libro.
—Al menos, mi esposo multimillonario me dará mucho dinero y una vida lujosa —dijo Shreya, colocando su mano en la mejilla, pretendiendo imaginarlo.
Lavanya se rió mientras leía el libro.
Por la tarde, Jai estaba pensando en algo en su habitación. Estaba perdido en pensamientos profundos y no se dio cuenta de que su teléfono estaba sonando. Lo recogió de la cama cuando sintió la vibración y miró el número en la pantalla. Miró el número durante unos segundos antes de decidir finalmente contestar. Estaba a punto de contestar, pero el teléfono dejó de sonar. Suspiró y llamó a ese número, esperando que la llamada se conectara. La llamada se conectó después de unos timbres, y una voz profunda llegó a sus oídos.
—Hola, señor Shah.
—Hola, señor Eden Richards —respondió Jai.
—Te llamé para saber sobre tu promesa. Espero que la recuerdes —dijo Eden y Jai respiró hondo antes de finalmente responderle.
—La recuerdo y estoy tratando de cumplirla —dijo y escuchó la risa de Eden.
—No lo intentes. Debes cumplir tu promesa y yo ayudaré a tu nieto en los negocios, pero si no lo haces, detendré la carrera de tu nieto en los negocios antes de que pueda siquiera comenzarla —dijo Eden con calma, pero Jai se puso nervioso al otro lado—No, no, no, haré lo que quieras.
—La quiero pronto. Envíala lo antes posible.
—La enviaré. Ella no es importante para mí. No me importa ella, pero sí me importa mucho mi nieto. No harás nada con la carrera de mi nieto —dijo Jai, pensando en Daksh.
—De acuerdo —Eden cortó la llamada y miró los edificios afuera a través de la enorme ventana de vidrio de su cabina.