Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 10 - Quema a la rubia

Por mucho que me gustara su rostro apuesto, él era mi jefe y eso significaba que podía despedirme. No quería perder este trabajo, ¿y si decidía despedirme por lo que pasó o tal vez porque gasté demasiado dinero? Estoy nerviosa.

—Señor Ford, ¿hice algo mal?

—No hiciste nada mal, creo que el señor V...