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El lobo plateado

—Vaya, vaya, vaya—gruñó el Alfa con tono amenazante, transformándose en su forma humana.

Cleopatra contuvo la respiración.

El Alfa del Lobo Nocturno.

Las historias susurradas alrededor de las fogatas sobre su crueldad y brutalidad inundaron su mente. Esta no era una pelea que pudiera ganar, no sol...