La odiada compañera del Rey Alfa

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Marburt se acercó al almacén, un poco más lejos de la Mansión. Se suponía que debía encontrarse con ella allí, tal como decía el mensaje.

¿Por qué no estaba allí todavía? ¿No pudo salir? ¿Le pasó algo? ¿La atraparon? No. Ella era mucho más lista que eso.

Se preguntó y decidió esperar unos minutos ...