Read with BonusRead with Bonus

Una cosa

—¡Por favor! ¡Lo siento! ¡No quise hacerlo!— grita ella, acurrucada en la esquina de la habitación. Sus manos están alrededor de su cabeza en un gesto protector y se ha hecho tan pequeña que me recuerda a la niña que era cuando estaba prisionera.

—¡Blanca!— grito mientras alguien empieza a golpear ...