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Perdiéndote

Para cuando terminé, las lágrimas corrían por mi rostro. Había descrito el incidente con gran detalle. Tan vívido fue mi relato que Bud se excusó, luciendo muy incómodo.

—¿Fue entonces cuando tu madre llamó al 911?

—Sí... justo después de que la aparté de él. Y entonces sentí que tenía que protege...