Read with BonusRead with Bonus

No otra vez

—Nuru, oh no. ¿Estás bien?— No tenía que mirar para saber quién era; esa era una voz que reconocería en cualquier lugar, la única voz que hacía que mi sangre bombease más rápido.

¿Qué demonios? Me mordí el labio inferior para sacar la voz familiar de mi mente. Estaba alucinando. Roman no estaba aqu...