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Odio

Ashton irrumpió en la sala de prisa, seguido rápidamente por Thea.

—¿Sam? —llamó Thea con preocupación en su tono. Samuel se sentó con la espalda contra la pared.

—¿Samuel, estás bien? —dijo Ashton sentándose a su lado—. Gracias a Dios no moriste.

—Estoy bien, solo me golpearon levemente. Solo un...