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Emociones

—¿Todavía te duele la mano? —preguntó principalmente porque el silencio en el coche era incómodo. Ella había estado mirando por la ventana desde que entró, evitando su mirada y fingiendo que él no existía.

—Estoy bien ahora, gracias —aún no apartaba la vista de la aburrida noche.

—Está bien —dijo ...