




Capítulo 3. La segunda traición y un nuevo despertar. Parte 1.
Yvaine.
Sentía como si mi cabeza fuera a estallar, todo me daba vueltas, y eso me ocurría mucho antes de abrir los ojos, así que cuando me decidí a abrirlos, fue como si toda la luz del sol me taladrara el cerebro, hasta dejarme ciega.
Me llevó unos minutos recuperarme, pero finalmente, me acostumbré a la luz. Mire a mi alrededor intentado no dar movimientos bruscos, porque sentía que la cabeza me iba a estalla, aunque notaba que mi cuerpo también estaba dolorido y entumecido. Me encontraba en una habitación de hotel, estaba sola en la cama y desnuda, imágenes de besos, el dolor de la primera vez, para luego descubrir el paraíso, cuerpos saciándose y mis gritos de deseo mesclados con gruñidos de satisfacción masculina, explotaron en mi mente asaltando mis recuerdos.
Automáticamente me senté y destapé la sabana, allí como una prueba viviente del mi delito, estaba la prueba de lo que había perdido, lo único que me quedaba por entregar a mi novio Harry. Pero se lo entregue a un desconocido que ni recordaba. La mancha de sangre destacaba sobre las blancas sabanas eran la prueba fehaciente de que había entregado mi virginidad. Me dolían músculos interiores, que ni sabía que tenía, e incluso me costaba incorporarme y caminar.
Lo peor es que, aunque intente sentirme sucia, ultrajada y violada, no fue así, algo me decía que fue más una entrega, que una violación. Como pude busque mi ropa, tras varios intentos, pues me dolía el cuerpo. La encontré sobre el sillón, doblada, con un cartel que ponía “Vísteme”, no entendía nada, miré buscando mi móvil y mi bolso, y los encontré sobre mi mesa noche, junto a un vaso de agua y dos aspirinas, que tenían dos notas ponían “Bébeme” y “Cómeme”. Casi me atraganté, pero tras beber el agua y dejar las aspirinas, por miedo a ser drogada de nuevo, comencé a vestirme, de repente una nota sobre la televisión me llamó la atención, “Mírame”. Con miedo, encendí con el mando el aparato, y de repente ante mí salió la imagen del hombre más guapo que había conocido en mi vida.
-” Hola preciosa Alicia, me imagino que te habrás levantado con dolor de cabeza y sintiéndote desorientada y fatal. Quería verte despertar, pero me surgió algo y no quise irme sin dejarte este video, donde veras mi cara, ya que no estoy seguro de si me recuerdas, donde te voy a demostrar que esto lo pediste tu”- automáticamente se vio una grabación donde salíamos los dos en la ducha, cuando él me decía que le dijera que quería, me vi suplicándole que me hiciera suya, y lo peor fueron las imágenes que vinieron a mi cabeza de esa noche, que confirmaron que, lo que decía la grabación era cierto, el intento en varias ocasiones parar todo, incluso cuando se dio cuenta que era virgen, intento parar, pero yo fui la que nunca lo deje, la que lo desee la que lo provoque y la que casi abusó de él. La vergüenza se extendió por todo mi cuerpo. Continuo la grabación:
-” Me imagino qué ahora estarás muy avergonzada, y adolorida, muévete con cuidado, que eso es normal cuando pierdes tu virginidad la primera vez. No te sientas mal, ha sido una maravillosa noche, pero hay algo que tendrás que recordar, anoche firmaste un acuerdo conmigo, registré tu móvil y vi que tienes novio, déjalo. Después de esta noche eres mía. Yvaine Stewart, quiero que sepas a quien perteneces. Eres la mujer del Presiente Norman Miller, si quieres saber más de mí, busca en las redes o pregúntame. Por cierto, no usamos protección en toda la noche, así que es muy probable o cabe la posibilidad que aparte de mi mujer, seas ya la futura madre de mi hijo, así que tendremos que …" no pude acabar la grabación apagué la televisión aterrada, la idea de que ese hombre se adueñara de mí, y de que mi tranquilo mundo me aterraba, estaba claro que debía hablar con Harry, lo había traicionado, me sentía sucia y avergonzada de mí misma. Aunque tenía claro que alguien me había drogado, y tenía que descubrir quién era él o la responsable. Pensé en mi prima y recordé que estaba en la habitación contigua, así que decidí hablar con ella y contarle todo, encendí por última vez el televisor y miré a mi primer amante.
-” ¡Hasta siempre señor Miller!, olvídese de que existo, y espero que no haya consecuencias, porque eso usted nunca lo sabrá” - le dije a la imagen congelada de la televisión. Y salí en busca de mi prima después de recoger mi teléfono y mi bolso.
Cuando llegué a su habitación vi el cartel de no molestar, pero la puerta estaba apoya, aunque abierta, me sentí aterrada, ¿y si mi prima también fue drogada y ahora otro hombre o el mismo Norman Miller se estaba encargando de ella, después de pasar toda la noche conmigo abu..? No ese hombre no había abusado de mí, más bien yo lo había usado para apagar mi deseo, y él me había vuelto loca toda la noche.
-” Aunque también podía ser un semental y ahora estuviera devolviéndole el favor a mi prima también”- pensé.
Decidí entrar para ayudarla, no quería que ella se sintiera como me sentía yo ahora. Pese al dolor de mi cuerpo, entre con sigiló en el pasillo de la habitación y agarré un jarrón que había sobre el aparador de entrada. Oía los gemidos de un hombre y una mujer que se entre mesclaban, y me recordé a los gemidos que el señor Miller y yo generamos durante toda la noche, sacudí la cabeza para borrar esa imagen de mi mente. Y con sigilo me adentre en la habitación, esperando ver al superdotado señor Miller haciéndole disfrutar a mi prima como me lo había hecho a mí, aunque si soy sincera esa idea me perturbaba, tenía la estúpida sensación que mi experiencia con él había sido algo raro y único.
-” ¡Estoy trastornada!”- pensé, y continue hasta llegar cerca de la cama.
Cuando miré a la cama, sentí que mi mundo se derrumbaba, sobre ella se encontraba mi novio Harry Murray, acostado boca arriba mientras mi prima lo cabalgaba con eficacia, la sorpresa hizo que se me cayera el jarrón rompiéndose en mil pedazos.
El ruido hizo que los jinetes me miraran, donde su cara se describía de la cara de sorpresa de Harry a una burlona de Maryori, en ese segundo supe que fue mi prima quien me drogó la noche anterior.
-” ¡Que sorpresa, pensé prima que todavía estarías ocupada! Con el señor Gartner, lástima que no te hubieras entregado antes a Harry, ahora ese viejo de 50 años se te ha follado llevándose tu virginidad, en el fondo eres una cualquiera como tu madre”- al oír a Maryori hablarme así, sentí que ese veneno era algo que llevaba guardando hace tiempo, como a mi tía. La cual siempre me había despreciado porque odiaba a mi madre, su propia hermana, sin nunca supiera la razón.