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Enfadar a una mujer

Rebecca miró el teléfono durante unos segundos antes de guardarlo en su bolsillo.

—Un día de estos, seré yo quien te cuelgue —murmuró para sí misma.

—Bueno —dijo Lily mientras se sentaba en la mesa del desayuno—. He esperado y esperado a que este hombre guapo llegue a casa, pero supongo que no lo ha...