Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 38

La señora Harrington necesitaba sentarse y un vaso de agua cuando terminó.

—Megan. ¿Por qué no dijiste nada?

Dijo y Megan suspiró.

Se colocó la mano en el pecho, tratando de calmarse mientras Megan la atendía.

—Lo siento mucho. Iba a hacerlo, solo que no sabía cómo decirlo. Además, pensé que Rom...