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Desafortunado

Despertando ya no en los brazos de Kris, sino bajo una gruesa manta peluda, mis ojos se abrieron lentamente. A través de un pequeño agujero, pude ver la luz del sol brillando a través de las cortinas abiertas, iluminando la habitación.

Suaves "Ahs" y "ouus" venían de detrás de mí, haciendo que me q...