Lobo
Lobo 🐺
—Buen chico— suspiró en voz alta—. Pero no puedes seguirme. Me dolía el corazón.
Sentí esa ansiedad en el estómago creciendo de nuevo. No podía dejar a mi compañera hoy. Estoy demasiado herido y tengo miedo de dormir en el bosque esta noche. Además, estaba hambriento.
Mi largo cráneo llegó justo a su pecho, mientras ella me miraba con sus brillantes ojos color avellana.
Era hora de que se fuera de nuevo y no podía hacerlo hoy.
Me lastimé a propósito hoy para que me llevara de vuelta a su casa. ¡No para que jugara a ser enfermera en estos malditos bosques sucios! Necesitaba ver si esta mujer era realmente mi compañera.
Después de escapar de dos paletos y su perro mestizo, metí mi pata trasera en una cerca de alambre de púas rota. Era perfecto, demasiado perfecto. Estaba tan mareado percibiendo su aroma.
Había perdido demasiada sangre...
Probablemente incluso atrayendo a esos rastreadores paletos hacia aquí. Definitivamente no podía quedarme aquí esta noche.
Me equivoqué. Su ayuda ahora sería muy apreciada. La apuesta también es muy alta.
Ella era increíblemente hermosa y sabía que tenía la fuerza y el hechizo para devolverme al hombre que era. Sabía que tenía las capacidades para protegerme al observarla en estos bosques los últimos amaneceres.
Además, sabía que era posible que ella fuera mi compañera, así que ¿cómo podría rechazarme?
Olía demasiado delicioso la primera vez que me topé con ella.
Pétalos de rosa húmedos y un aroma a coco cubierto de melón. ¡Me hacía gruñir cada vez!
Al principio, pensé que su aroma era el de cualquier otra bruja con la que me había cruzado, pero luego noté mi obsesión con su olor.
He estado buscando ese aroma desde entonces. Desde que crucé ese río y entré en el territorio de los humanos.
Ansiaba hacer cosas inimaginables con esta mujer. Cuando me convierta de nuevo en hombre, eso es... o ahora. No importa.
Ella pensó que dándome una menta asquerosa de su bolso iba a lograr que no la siguiera hoy, pero estaba equivocada. Eso no funcionaría hoy, ¡me iba a asegurar de seguirla todo el camino esta vez!
Especialmente por la forma en que cuidó mis heridas tan delicadamente. Las que causé a propósito. Su toque era tan suave en mi pelaje. Me dio mucha más atención y amor hoy que en cualquiera de las otras veces que nos encontramos.
¡Debería haber pensado en lastimarme mucho antes si eso era todo lo que se necesitaba para recibir su atención completa!
Todos mis sentidos no estaban completamente restaurados en mi forma de lobo como de costumbre, pero una cosa de la que estaba seguro era de cómo su corazón se aceleraba cuando me veía.
Podría ser miedo, pero cambia y se suaviza con cada latido, y eso lo podía sentir.
Mi cola siempre trataba de suprimir su lado de cachorro feliz. Ver a esta hermosa diosa me dejaba sin cerebro.
Decidí en ese momento ir con ella a la casa de su aquelarre. Probando mi suerte.
Sentía que estaba lista.
Ambos sentimos las chispas y la conexión volando alrededor. Yo, sobre todo. También no quería hacer nada que la hiciera querer rechazarme ya.
Así que aquí estaba, siguiendo a esta jugosa, voluptuosa bruja a su casa para conseguirme algo de "más comida".
No podía creer que incluso después de ser puesto bajo esta maldita maldición, la Diosa de la Luna todavía me permitiera encontrar una compañera. Mi nariz y la nariz de mi demonio podrán decir mucho mejor cuando cambiemos de nuevo.
Hunnie, se llama a sí misma... Será mi salvadora.
Me preguntaba si me llevaría adentro o si tendría que quedarme afuera como un perro.
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Hunnie 👩🏻⚕️
¡Maldita sea! ¡Todavía me está siguiendo! Mi aquelarre seguramente le cortaría la cabeza si ven a esta criatura antinatural siguiéndome. Solo en el Mundo de las Brujas sería normal ver un lobo de su tamaño.
¡Los humanos seguramente gritarían al verlo, y ni hablar de mi aquelarre!
Intenté acelerar el paso para alejarme de él, pero mantuvo la misma velocidad y distancia.
—¡Arghhhh! ¿Está tan hambriento?— Dicen que no se debe alimentar a los animales salvajes y mira. Me agarré el cabello.
Entonces recordé.
El desayuno que hicieron en casa esos gemelos.
Nadie come desayuno excepto yo y los gemelos de todos modos. Le llevaré las sobras y saltaré por el portal al Mundo de las Brujas con el resto de las chicas.
Caminó todo el camino a casa conmigo. Jadeando y gimiendo de vez en cuando.
Al acercarme al borde del bosque cerca de nuestro patio trasero, miré alrededor antes de asomar la cabeza entre los árboles.
Vi que todos en la casa ya estaban empezando a despertarse. Las ventanas de arriba comenzaron a abrirse y el vapor de los dos baños empezó a salir por las ventanas.
Antes de correr hacia la casa, llamé al lobo, que ahora parecía un poco escéptico de dejar el área boscosa.
—Vamos— dije, dando palmaditas en mis piernas.
La mirada que me dio era más como un "No soy un perro, mujer. Solo trae comida", algo así.
Así que, lo que sea, lo dejé allí y rodeé la casa hasta la puerta principal.
Todos todavía estaban deambulando arriba, por lo que escuchaba, así que corrí a la cocina y agarré la olla de huevos revueltos de avestruz y un puñado de ostras fritas al aire.
Al doblar la esquina, entrecerré los ojos hacia la dirección del bosque y vi al lobo tratando de esconder su amplio cuerpo detrás de unos arbustos a unos metros de distancia.
—Espero que nadie te haya visto...— murmuré para mí misma.
Sosteniendo la olla firmemente bajo mi axila, entré en el bosque e hice ruidos de besos para que el lobo saliera de su escondite y me siguiera.
—No quiero que te vean, probablemente te matarían— le dije mientras me seguía moviendo la cola por el olor de la comida.
Bajé la olla en el tocón de árbol más cercano que encontré fuera de la vista. Pude ver que estaba satisfecho. Prácticamente frotando todo su lado derecho contra mí como un gato. Su cabeza llegaba justo por encima de mi ombligo.
Estaba siendo muy cariñoso ahora.
Metió la cara en la olla, lamiendo y olfateando cautelosamente. Cuando lo escuché masticar, me di la vuelta para irme.
—Aquí tienes, chico, por favor... no me sigas de nuevo.
Estaba un poco preocupada de dejarlo tan cerca de mi casa dormitorio y a la vista de cualquier humano.
Las chicas todas me miraron como si fuera un objeto extraño cuando salí del bosque, pero llegué a tiempo al patio trasero y entré en su portal mientras echaba un último vistazo hacia la dirección del bosque donde dejé a Wolfy.
Mi bestia secreta de amigo.
Las chicas de mi aquelarre ya sabían que me encantaba estar sola en la naturaleza para practicar mi magia. Además, no es como si pudiera practicar con ellas, todavía no. Solo en la academia podía usar mi magia, por eso asistía a todas las clases y rituales que podía.
Cuanto más conocimiento, más poder, pero no estaba buscando ganar poder.
Estaba buscando ganar tanto conocimiento como pudiera, para poder enseñar a otras brujas lo que sabía sobre magia oscura y tener el reconocimiento de nuestro Consejo Sagrado.
El aquelarre no sabe eso todavía, solo piensan que soy una fanática del estudio que hará cualquier cosa para ascender en su aquelarre, pero ahí es donde se equivocan. ¡Seré la mejor bruja de luz y oscuridad que haya existido!
Como la gran Madame Hiliana. La madre del control de la magia negra, la primera bruja que enseñó sus técnicas alrededor del mundo. ¡A quien admiro!
Aunque ha estado muerta por dos mil años, todavía tengo esperanza de que podamos traer estas técnicas a la comunidad de brujas y ayudarnos a derrotar a los demonios o malos espíritus que han estado filtrándose en el mundo humano últimamente.
Ha sido un gran problema este año, lo he notado. Por eso me pidieron mudarme a una de las casas del Aquelarre hace unos meses. Supongo que los demonios han estado atacando a las brujas en sus hogares aquí en el reino humano.
Por eso todas estábamos alojadas juntas en casas dormitorio de estilo similar alrededor del estado. En caso de que ocurra un ataque de demonios.
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