Read with BonusRead with Bonus

43. El placer de la sangre

Raquel caminaba a través de la niebla sintiéndose más viva que antes de morir, pero también sentía sed.

Una sed de algo que ni siquiera podía identificar, pero estaba segura de que calmaría la sequedad en sus venas y arterias.

—Sangre —susurró una pequeña voz en su mente—, sangre.

Raquel estaba p...