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El destino de Leah
La ceremonia de apareamiento
La confusión de Grimes
¿Cómo es posible?
Ella es un presagio
Intenté fingir
¿Tiene una amante?
Pero tengo un amigo
¿Tiene otra mujer?
Me sedujo
Todos se habían vuelto locos
¿No encontrarías a tu pareja?
La confusión de Leah
La confusión de Maggie
Una imaginación
El destino de Emi
El romance de Claudia con Caspien
¿Y si existe la posibilidad de que lo ame?
La percepción de Octavier
Un momento perfecto cambió en una fracción de segundo
La visita de Emaus
Momento fallido con Leah
Es una forma en la que tu pareja no puede acercarse a ti
¿Podría todo el misterio tener que ver con el miedo?
A menos que tenga que rechazarlo
El estado de Celine
Sagio se ha ido
28| Grimes tiene una aventura
29| ¡Necesitaba conocer a Grimes!
30| Ataque de pánico
31| ¿Podría ser su amante?
32| Solo si confiamos en él
33| Solo si confiamos en él II
34| Regreso a la casa
35| ¿Quién se queda embarazada?
36| Claudia también es una consideración
37| Yo también quiero un lugar con él I
38| Algo valioso para Claudia
39| El encuentro de Claudia con Andrea
40| Andrea quería que Grimes continuara con su aventura habitual
41| Maggie tiene una sospecha
42| Maggie lo descubre
43| ¿Grimes tiene una amante?
44| Leah como tema de discusión
45| Me resulta difícil decírselo a Leah
46| Tomándolo todo de buena fe
47 | Una de las debilidades de Grimes
48| Miedo a que Leah llame la atención de Andrea
49| La suciedad y los secretos
50| Mario vendría
51| ¿Y si Grimes no fuera el hombre de ojos rojos?
52| Reflexiones sobre Grimes
53| No poder confiar en Emaus
54| La mayoría de los paquetes son más potentes que el paquete Greymoon
55| La noche con Octavier aún podría tener cabida
56 | Un momento con Leah
57| La euforia estropeó el momento.
58| Indique su precio
59 | La pretensión de Maggie
60| ¿Por qué no elegir uno de ellos?

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51| ¿Y si Grimes no fuera el hombre de ojos rojos?
La perspectiva de Leah
La euforia había llegado a mi habitación, y me desperté para encontrarla sentada en la cama, mirándome.
—Estabas tan cansada —dijo.
Me sorprendió verla, pero rápidamente me ajusté, estirando los brazos y limpiándome los ojos para abrirlos completamente.
—Roncaste ...