Read with BonusRead with Bonus

Pausa para comer

El pomo de la puerta giró y suspiré aliviada cuando vi que no era Damien Jaeger quien había entrado en mi oficina.

—Ken, ¿qué te trae por aquí? —pregunté sorprendida.

Ken, que vestía un blazer azul, camisa blanca y pantalones del mismo color que sus ojos, me sonrió nervioso. Se despeinó el cabello...