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Capítulo veinticinco

—¡Fácil!— sugirió la señora Angus.

Mientras dirigía al joven doctor, Zena lo ayudaba a colocar a su padre adecuadamente en la cama y la señora Angus se fue a preparar una cena ligera para el visitante.

—Aquí está la manta.

Zena le ofreció la manta al joven doctor, y antes de que él pudiera tomarl...