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Capítulo veintidós

Se siente como un sonido de dinamita que necesita repetirse cuando la Sra. Angus lamenta brevemente,

—¡¿Te escuché bien?!

—¡Sí, me escuchaste fuerte y claro! —chilló él.

—¡Esto no es verdad en absoluto! —contrarrestó ella la declaración de su esposo.

Mientras se tambalea y agarra el respaldo de ...