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Capítulo catorce

Maria estaba esforzándose mucho por controlarse, pero la amenaza de no comer buñuelos hizo que controlara su emoción alegre y dijo:

—Lo siento, Zena, de verdad lo siento, es solo que la forma en que reaccionaste, como si quisieras salir corriendo, fue muy graciosa, lo siento, y adivina, nuestros re...