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Capítulo treinta y dos

Capítulo Treinta y Dos

¡La mañana es la fuerza de su maldición! ¿No le he dicho el dicho 'ríete del borracho, no solo del recién despertado?'.

¡Aish! Mi ropa sigue dentro de la habitación, y ahora estoy fuera de nuestro cuarto usando solo mis BOXER SHORTS. Ts.

Toqué la puerta pero no quiso abrirla....