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Ridiculizado por ser discapacitado

Hana y Giselle están en un parque, esperando a que Daniel comience a hablar, caminar y jugar. Hana sigue en una silla de ruedas, y Giselle está observando y acompañando a Daniel mientras juega. La mente de Hana sigue soñando despierta sobre dónde estará su esposo ahora y, por supuesto, la añoranza s...