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Empiecen a amarse

¿Quién no sentiría celos si su esposo coquetea y toca a otra chica? Seguramente los celos surgirán por sí solos. Eso es lo que estaba pasando con Hana. Eligió llorar en el balcón de su habitación. Solo el sonido del viento podía aliviarla, aunque el viento solo podía despeinar su cabello y mover su ...