Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cinco

—Estoy armada— digo, pero odio lo débil que suena mi voz.

—¿Armada? ¿Con qué?— traga como si su garganta estuviera en el infierno—. ¿De dónde demonios sacaste un cabello de hombre lobo? Ese tipo nunca se afeita. ¿Una lágrima de sirena? Ella nunca sale del agua. Y ni me hagas empezar con lo imposibl...