Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 4

Rachel

Tomé una respiración profunda, tratando de reunir la fuerza para contar. —Me... despidieron, Mel— admití, con la voz quebrándose al final.

Sus ojos se abrieron de sorpresa. —¿Qué? ¿Qué quieres decir con que te despidieron? ¿Qué pasó?

Te conté todo, desde la reunión de esa mañana, la absurda acusación, hasta el intercambio de palabras en la sala de juntas y, finalmente, el momento en que me enviaron fuera. Mientras hablaba, la ira y la desesperación volvieron a burbujear dentro de mí, pero había algo reconfortante en compartir el dolor con alguien que se preocupaba.

—¡Esto es una tontería!— exclamó Melissa, con indignación clara en su rostro. —¿Te despidieron por algo que no hiciste? Y peor aún, ¿te estaban acosando por ese idiota de jefe y aún así tuvieron el descaro de acusarte?

Asentí, sintiendo las lágrimas acumulándose de nuevo. —Sí, y ahora... no sé qué voy a hacer. Necesitaba ese trabajo, Mel. Lo necesitaba para pagar el hospital de mi mamá, y ahora... ahora no me queda nada.

Ella tomó mis manos, apretándolas con fuerza. —Vamos a encontrar una solución, Rachel. Sé que todo parece perdido ahora, pero no estás sola, ¿de acuerdo? Vamos a encontrar una salida a esto, juntas.

Melissa estaba sentada a mi lado, su mirada decidida y esperanzada. Ella parecía tan firme como yo estaba perdida, y sus palabras eran como un faro de luz en la oscuridad. La sensación de impotencia comenzaba a dar paso a una chispa de esperanza, aunque todavía luchaba por creer en ello.

—Rachel, mira— comenzó Melissa, su voz calmada y alentadora. —No todo está perdido. Hay algo que puedes intentar. Sé que puede sonar extraño, pero... ¿alguna vez has pensado en inscribirte en un sitio de escorts de alto nivel?

La miré, confundida. —¿Así? ¿Quieres decir... trabajar como escort?

Ella asintió, aparentemente entendiendo mi vacilación. —Sí, exactamente eso. Sé que parece un camino difícil y quizás incluso incómodo, pero la verdad es que estas plataformas pueden pagar muy bien, y esto podría ayudarte a reunir el dinero que necesitas.

El shock se apoderó de mí. La idea era tan absurda y fuera de mi zona de confort que apenas podía procesarla. —Melissa, no tengo experiencia en esto. ¿Y cómo crees que podría involucrarme en algo así?

Ella me miró seriamente, pero también con un destello de esperanza en sus ojos. —Rachel, entiendo lo intimidante que esto puede parecer. Pero considera la alternativa. Estás en una situación desesperada, y esto podría ser una forma rápida de ganar dinero. Además, hay muchos sitios donde puedes controlar tus propias condiciones y establecer tus propios límites.

Asentí, todavía tratando de procesar la propuesta. —¿Pero qué hay del riesgo? ¿Y si algo sale mal? No puedo permitirme cometer errores ahora.

Melissa tomó mis manos, apretándolas con fuerza. —Entiendo tu miedo. Es una decisión difícil, y es natural tener dudas. Pero piénsalo como una oportunidad temporal. No tienes que comprometerte a esto para siempre. Solo para resolver la situación inmediata.

Cerré los ojos por un momento, tratando de imaginar cómo sería inscribirme en un sitio así. El miedo a lo desconocido era abrumador, pero también había una parte de mí que estaba desesperada por una solución. Sabía que necesitaba hacer algo, y esta propuesta era, por extraña que pareciera, una de las únicas opciones reales que tenía.

—¿Y cómo empiezo?— finalmente pregunté, con la voz cargada de una mezcla de resignación y determinación.

Melissa sonrió, aliviada de que estuviera abierta a considerar la idea. —Primero, necesitarás hacer algo de investigación. Hay varios sitios web que ofrecen este tipo de trabajo. Es importante encontrar uno que sea seguro y de buena reputación. La mayoría de ellos te permiten crear un perfil con fotos y descripciones de ti misma, y puedes definir lo que estás dispuesta a hacer y hasta dónde estás dispuesta a llegar.

Hizo una pausa, dándome tiempo para absorber la información. —Puedes empezar tomando algunas fotos de buena calidad y creando un perfil atractivo. Recuerda, no tienes que comprometerte a nada hasta que estés segura de que es lo que realmente quieres hacer.

Tomé una respiración profunda, sintiendo una mezcla de ansiedad y esperanza. —¿Crees que realmente puede funcionar?

Melissa me miró con una mirada alentadora. —No hay garantía de nada, Rachel. Pero honestamente, estás en una situación donde necesitas una solución rápida. A veces la vida nos obliga a tomar decisiones difíciles, y esta puede ser la forma más rápida de conseguir el dinero que necesitas ahora.

Me levanté, sintiendo una nueva determinación surgir dentro de mí. —Está bien, Mel. Voy a intentarlo. No veo otra salida en este momento.

Previous ChapterNext Chapter