Read with BonusRead with Bonus

Nunca odié verdaderamente a los humanos

Ragnar llamó a la puerta y asomó la cabeza. Lilith levantó la cabeza y lo escuchó preguntar si podía entrar. Ella lo invitó a pasar y se levantó de su asiento para permitirle la entrada.

—Por favor, permanece sentada —insistió Ragnar, colocando una bandeja sobre el escritorio—. Te traje un flan de ...