Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ocho

Por una vez, me sentí aliviada de estar sola. Classic y Punch brincaban a mi alrededor en un círculo, relinchando y frotando sus hocicos contra mi cara. Me reí.

—Está bien, ustedes dos, vamos a llevarlos al establo para que pueda darles de comer—. Agarré sus cabestros y comencé a caminar hacia la p...