Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veinticuatro

Me desperté a la mañana siguiente, con el cuerpo doliéndome en todos lados. La mordida en mi cuello ardía como ninguna otra. Gemí al darme la vuelta, descubriendo que Mark no estaba acostado a mi lado. Me incorporé de un salto, mirando alrededor de la habitación. Mis piernas se sentían como gelatina...