Read with BonusRead with Bonus

Si lo deseas

Niccolo y yo nos instalamos en una cueva vacía cuando vimos el atardecer. Él fue quien hizo una fogata mientras yo le ayudaba a asar unos peces que habíamos pescado.

Estábamos en silencio antes de que lo mirara, solo para encontrar que él me estaba mirando.

—¿Qué estás mirando?— Mi corazón no podí...