Seis
Después del desayuno, me dirigí de nuevo a mi habitación sin mirarla, no puedo arriesgarme a ver su fea cara.
Cerré la puerta con cerrojo una vez que entré. Es hora de elegir mi atuendo para la noche.
—Te estarás preguntando a qué me refiero con atuendo para la noche.
Bueno, supongo que esta noche espiamos a Anna, porque la escuché decirle a Meredith que la encontrara en la entrada a las 10 pm— podía sentir a Xina moviendo la cola en mi cabeza.
Después de seleccionar mi ropa, me acosté en la cama para tomar una pequeña siesta, poco después me llamaron abajo para el almuerzo.
Qué rápido pasa el tiempo, ya es de noche, debería estar preparándome.
Podía sentir a Xina caminando inquieta en mi cabeza, es una loba tan impaciente.
10 pm
Me vestí y me rocié el perfume que me dio papá, con este perfume, nadie percibirá mi olor y con mi ropa toda negra, nadie podrá verme.
Crucé mis piernas sobre la ventana, lista para saltar, pero un paso silencioso me detuvo.
Retiré mis piernas de la ventana justo a tiempo para que Anna y Meredith se escabulleran.
—Que comience el juego— me puse la máscara asegurándome de que mi cara no fuera visible y las seguí sigilosamente.
No sé cuánto tiempo he pasado espiándolas, pero encontrarme en el bosque me hizo darme cuenta de cuánto he caminado.
—¿Por qué no las matamos?
—Cállate, Xina, matar no es una opción.
—¿Entonces qué hacemos ahora? ¿Vamos a quedarnos sentadas viendo cómo planean matarnos? Eso no es posible, no podemos permitirlo, matémoslas y salgamos de aquí.
—Cállate y déjame pensar en un plan.
—Tu plan no va a servir, hagámoslo y salgamos de aquí, o ¿quieres morir porque yo no pue...
Pisoteé accidentalmente una rama seca que llamó su atención. Esto es lo que estaba tratando de evitar, pero Xina es tan terca y no se calla.
—Mira lo que has hecho, te dije que te callaras pero no escuchas. Rezo para que no nos encuentren...
—¿Quién está ahí?— llamó Anna.
—¿Nos estás espiando? Tienes tres segundos para mostrarte porque no puedes esconderte de nosotras, te encontraremos y te mataremos— dijo Meredith acercándose a mi dirección. Mi corazón no dejaba de latir, pero ¿por qué no pueden rastrear mis latidos? ¿No son lobas? Esto es un misterio para otro día, pero por ahora necesito un plan rápido.
—Xina, ¿qué hacemos? No podemos dejar que nos vean, necesitamos pensar en un plan.
—No hay nada que pensar, solo tenemos una opción y es correr.
—Esta es la primera vez que dices algo significativo.
Me escabullí lentamente hacia atrás buscando el momento adecuado para correr, y cuando vi a Anna arrastrando a Meredith hacia atrás, supe que era el momento adecuado para escapar. Inmediatamente corrí lo más rápido que pude hacia el castillo.
Incluso sin mirar atrás, podía sentir que corrían tras de mí, pero estaba lejos de su alcance.
En cuanto llegué al castillo, corrí rápidamente a mi habitación cerrando la puerta con cerrojo desde adentro, me cambié a mi pijama y me metí en la cama.
No pasaron ni treinta segundos cuando el golpe en la puerta me devolvió a la realidad.
—¿Quién es?— gruñí como alguien que acaba de despertarse.
—Nessa, soy yo, Anna, abre la puerta.
Descorché la puerta y la abrí de par en par para que entrara.
—¿Qué haces aquí a esta hora de la noche? ¿Miraste la hora antes de venir? Ya es tarde, acabas de interrumpir mi sueño de belleza.
—Oh, lo siento, simplemente no podía dormir, así que pensé en venir para que pudiéramos hablar.
No solo es una asesina, también es una mentirosa y no quiero tener nada que ver con ella.
Puedo sentir a Xina gruñendo ahora mismo.
—Pero ya es muy tarde, además, ¿de qué quieres hablar?
—De nuestra amistad, de ir de compras, a la playa y divertirnos, ¿qué te parece?
Me reí mentalmente, miente sin siquiera tartamudear, si hubiera un premio para mentirosos, ella se llevaría la medalla de oro. Tan sensible como es el Alfa, ¿por qué no se da cuenta de esto?
—¿Nessa?
—¿Eh?
—¿Por qué siempre te quedas en blanco cuando estamos conversando? Si no quieres que sea tu amiga, está bien, me iré— dijo actuando toda patética, lo cual me disgusta.
—No, ¿por qué dirías algo así? Te quiero, no solo como amiga, sino como hermana, por favor no te vayas— dije ya cerca de mis lágrimas fingidas, le mostraría que actuar ha sido y siempre será mi pasatiempo.
—Gracias, pensé que no querías que fuera tu amiga— dijo con la cabeza baja mientras jugueteaba con sus dedos, podía ver la muestra de una sonrisa malvada en su rostro.
—¡¿Qué?! ¿Por qué la llamarías hermana sabiendo perfectamente que es nuestra enemiga? ¿Eres tan tonta? ¿Por qué la Diosa Luna te dio a mí como humana?— regañó Xina.
—¿Y por qué la Diosa Luna me dio una loba tan insensata como tú, eh?
—¿Estás tratando de decir que soy inútil? Cuando sabes perfectamente bien que tú eres la inútil aquí, quiero decir, ¿por qué una persona sensata llamaría hermana a su enemiga? Respóndeme.
—Escucha, Xina, esto se llama actuar, solo vamos a seguirle el juego para que piense que no conocemos su plan malvado hacia nosotras, ahora va a pensar que confío en ella mientras tú y yo sabemos que no, así que solo cállate y piensa mientras escuchas, ¿entendido?
—Bueno, nunca supe que tenías un plan, deberías habérmelo dicho, ahora sé que no eres tonta y estoy agradecida con la Diosa Luna por darme a alguien tan sabia como tú.
Rápidamente acerqué a Anna envolviéndola en un fuerte abrazo.
—Vamos adentro— la arrastré suavemente a mi habitación antes de cerrar la puerta.
—¿Nessa?
—Sí.
—¿Viste a alguien pasar corriendo por tu habitación antes de que yo llegara?
—¿Como en mi sueño?— pregunté sin tener idea.
—No, quiero decir...— se rascó la cabeza sin poder encontrar la palabra correcta.
—¿Puedes hacerme entender porque no entiendo lo que estás tratando de decir?
—Quise decir, ¿escuchaste algún paso cuando estabas dormida?
—¿Cómo podría escuchar algún paso cuando estaba profundamente dormida? No esperas que escuche algún paso, ¿verdad?— pregunté rodando los ojos juguetonamente.
—Ya es tarde y no quiero ser la razón por la que llegues tarde al entrenamiento mañana por la mañana, aunque no pueda dormir, me quedaré en mi habitación, ¿verdad?
—Oh, totalmente olvidé el entrenamiento, pero ¿podrás quedarte sola sin que alguien te haga compañía?
—Lo intentaré, no quiero ser la razón por la que tu noche se acorte, buenas noches, nos vemos mañana en el campo de entrenamiento— dijo saliendo.
—Eso fue una buena actuación— exclamó Xina.
—Por supuesto que lo fue.
—Nunca supe que podías actuar tan bien, felicitaciones por la maravillosa actuación— elogió.
Xina puede ser un ángel y una idiota al mismo tiempo.