Read with BonusRead with Bonus

EL PEZ DRAGÓN DE DOS CABEZAS

—¡Sí, sí! ¡Lo descubrí!— gritó Siofra mientras entraba corriendo a mi habitación, pero no estaba de humor para recibir buenas noticias. La miré por un rato antes de enterrar mi cara en la almohada.

—¿Cuánto tiempo piensas quedarte así? Deberías ir a verlo y saber cómo está.

—¿Para dañarlo más? Sol...