Capítulo 7
Katrina POV
Una vez más, sus profundos ojos verdes me atraparon. Me perdí en su profundidad. No había duda de que Houston era más guapo que Dominic, ¿por qué entonces no me gustaba?
Houston se acercó a Dominic y le habló suavemente. Noté que su mirada estaba fija en mí. Aunque seguía susurrándole a Dominic, su mirada amorosa nunca vaciló y eso calentó enormemente mi alma.
Tal vez era porque había descubierto que él era mi compañero, pero instantáneamente me sentí conectada con él. La voz de Alicia me sacó de mi ensoñación.
—Kitty, estás aquí, te he estado buscando por todas partes—dijo mientras se acercaba a mí. Mi estómago se retorció instantáneamente al escuchar su voz. Mis labios se curvaron y apreté la mandíbula. Sentí una ola de calor abrasador recorrerme.
Me di la vuelta. —Oh, estás aquí—dijo cuando vio a Dominic. Finalmente entendí por qué no noté la fachada que llevaba. Era demasiado grande para que la discerniera.
—No sabía que estabas aquí, ¿cuándo llegaste?—le preguntó a Dominic.
No escuché lo que Dominic dijo, ya que mis ojos estaban fijos en Houston, quien se alejaba.
Cuando Houston finalmente desapareció de mi vista, me excusé. Quería darle a Alicia algo de tiempo con Dominic. Me sorprendió cómo mis sentimientos cambiaron drásticamente.
Alicia también se excusó y caminó conmigo de regreso a mi habitación. Traté de no descargar mi enojo con ella y seguir siendo la persona que ella conocía.
—Estoy muy feliz, no puedo creer que tu gran día finalmente esté aquí—dijo. Ella estaba al tanto de mi enamoramiento por Dominic desde la infancia.
Aunque nunca hemos sido cercanas, tuvimos momentos en los que compartimos nuestros secretos. Con el hecho de que no podía ocultar mis sentimientos por Dominic, fue fácil para ella descubrirlo.
Intenté sonreír mientras seguía hablándome, pero por más que lo intentaba, simplemente no podía.
Alicia es una buena actriz, debo decir. Ocultó muy bien sus intenciones sin dejar que se notaran.
Cuando llegamos a mi habitación, pasó un tiempo conmigo antes de irse.
Entré al baño y me paré bajo la ducha. Aún no podía asimilar el hecho de que estaba en esta casa. Me había ido de aquí hace cinco años y todavía recordaba claramente cómo Alicia me había encerrado en el hospital.
Su risa escalofriante aún resonaba en mis oídos. Cerré los ojos mientras el agua golpeaba mi piel.
Para cuando salí, las sirvientas ya habían colocado mi comida en la mesa. No tenía apetito para comer, ya que mi estómago aún se sentía revuelto.
Tomé unos bocados y envié las sobras a la cocina.
Lisa entró de inmediato. Colocó sus artículos de maquillaje en la mesa y enseguida se puso en acción. Pronto terminó. Hizo una reverencia antes de irse.
Me senté frente al espejo mirando mi reflejo. Me había transformado por completo. Me veía hermosa, pero al mismo tiempo, mi mente estaba pesada.
Después de pensarlo detenidamente, estaba claro que esto no era algún tipo de teletransportación. No tenía ningún secreto que buscar. Me habían dado otra oportunidad en la vida.
Había renacido.
La diosa había escuchado mi grito, había visto el dolor en mi corazón. Había visto lo pesado que estaba mi corazón mientras veía al único hombre que se preocupaba por mí arder en las llamas mientras me sostenía en sus brazos.
Debió haber visto que no merecía ninguna de las cosas por las que había pasado.
Así que me había dado una segunda oportunidad en la vida. Me había dado una oportunidad para vivir de nuevo y arreglar todos los errores.
Sentí unas lágrimas resbalar por mis mejillas. Las limpié con mis manos, cuidando de no arruinar el arduo trabajo de Lisa. Me sentí aliviada. No sabía cómo, pero resolví no permitir que esos dos astutos me mataran.
Tal vez cancelar la boda podría detenerlo. Me pregunté si podría cancelarla. Solté un suspiro mientras trataba de estabilizar mis emociones. Ya que la diosa me había dado una segunda oportunidad, estaba segura de que estaría conmigo.
Me giré cuando escuché un golpe en la puerta. Mi madre entró. Ya estaba vestida para la ceremonia de la boda.
Se sentó en la cama conmigo.
—Te extrañaré cuando finalmente te vayas—dijo y colocó su mano sobre la mía.
—¿No hay manera de detener la boda?—le pregunté.
Una mirada de sorpresa pasó por sus ojos. —¿Quieres cancelar la boda?
Asentí. No estaba segura de cómo reaccionaría, pero estaba lista para cualquier reacción que tuviera.
—¿Por qué quieres cancelarla? Pensé que te gustaba Dominic—dijo.
No podía decirle que había renacido. No había manera de que me creyera. No quería que pensara que estaba loca. —Simplemente no me siento lista—dije.
—Es normal sentirse así—comenzó. —Pero estarás bien. Y no hay manera de cancelarla—apretó suavemente mis manos. —Este es tu gran día. No permitas que tus nervios lo arruinen. Sé que estarás bien después de la boda—dijo.
Así que no podía terminarlo. No escuché nada más de lo que mi madre dijo. Después de pasar un tiempo conmigo, se fue.
Pronto llegó la hora de la boda. Al igual que la última vez, se celebraría bajo la luna.
Salí de mi habitación luciendo magnífica. Mientras caminaba hacia Dominic, mis ojos buscaban a Houston, mi verdadero compañero. Diferentes pensamientos pasaron por mi mente cuando crucé miradas con él.
Puede que me case con Dominic hoy, pero no será para siempre. Resolví vengarme de Dominic y Alicia. Luego estaré con Houston.
Me paré frente a Dominic mientras comenzaba la ceremonia. Él tenía una sonrisa en su rostro, pero yo no. No iba a fingir.
—Me han dado una segunda oportunidad, Dominic—dije para mis adentros—, y esta vez lucharé contra ti hasta el final. La línea se había trazado entre nosotros.