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Capítulo 95: Encontrados y casados

Me estremecí donde estaba sentada, atónita y por un momento olvidé cómo respirar.

Nerviosa, giré los ojos para echar un vistazo al hombre que estaba junto a mí.

Había bajado el periódico y abrí los ojos de par en par al ver quién era.

¡Era Caleb! Me cubrí la boca para suprimir el grito silencioso...