




Prólogo
"Tenemos una invitada," escuché una voz femenina.
Pronto ella estaba en la sala de estar.
Su belleza era diferente a cualquier otra que haya visto. Era mayor, pero aún se podía ver en su rostro que había sido una mujer muy atractiva en su juventud.
Su cabello era tan blanco como las nubes y le llegaba hasta los pies. Sus ojos eran tan azules como el océano.
"Es solo la manada de la Sombra Oscura que está pasando," le informó su compañero, el alfa Claus, mientras la rodeaba con sus brazos y le daba un beso en la mejilla.
Una belleza como la suya seguramente sería una luna, pensé.
"Está buscando a Paisley," le indicó.
"Oh..., ella ya no está aquí," me informó. "Me ayudó a hacer un ungüento de hierbas para mi espalda. Debería haber sabido que estaba huyendo de alguien. Podía ver el dolor en sus ojos, que algo fuerte la estaba molestando," me volvió a informar.
Escucharla decir eso me dolió en el corazón; saber que mi niña está sufriendo. Tenía que encontrarla ahora.
"Gracias, me iré ahora," les informé.
"No te preocupes, la encontrarás, así como nosotros pronto encontraremos a nuestra hija Snow," dijo mientras me iba.
Chase decidió acompañarme y me siguió.
Mientras nos íbamos, tenía curiosidad por saber qué le había pasado a la hija de Claus y le pregunté.
"Fue secuestrada cuando era un bebé," me dijo.
Quería decir que lo sentía, pero no era así. Se lo merecían y también era una maldición que ellos mismos se habían traído, por la diosa de la luna, por robar tierras ajenas.
Miré a Chase y vi tristeza en su rostro.
"Tendría 18 años," dijo, "y también sería mi compañera."
Lo sentí por él; sabiendo cómo se siente no tener a la persona que realmente amas a tu lado.
***Libro 2 de la loba solitaria y se puede leer de forma independiente. Esta novela estará basada en el punto de vista de Liam.