7. Revelando confesiones en la oscuridad
POV de Lily
Garrett parecía algo sorprendido por la cantidad de preguntas que le estaba haciendo, pero las respondió todas, aparentemente dispuesto a abrirse un poco más.
"Prefiero el invierno, el café, mi color favorito es el azul, me gustan los lugares tranquilos, sí, me gusta la música. Mi canción favorita es 'Hurt' de Johnny Cash. En cuanto a libros, es difícil elegir uno favorito, pero me gusta mucho '1984' de George Orwell."
Me encantaba conocerlo mejor a través de sus respuestas. Cada respuesta parecía revelar un poco más de su personalidad y preferencias. Sonreí y continué con las preguntas.
"¿Cuál es tu película favorita? ¿Y tu comida favorita?"
Pensó por un momento antes de responder.
"Mi película favorita es 'El Club de la Pelea'. En cuanto a comida, disfruto de un buen filete."
Nuestros pasos resonaban en el parque mientras seguía haciendo preguntas y él seguía respondiendo, revelando un lado de sí mismo que no conocía. Era un momento relajado y agradable, y sentí que la conexión entre nosotros se hacía más fuerte.
A medida que avanzaba la tarde, el sol comenzó a ponerse en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y naranjas. Dejé de hacer preguntas y simplemente aprecié la belleza del momento junto a Garrett y Arthur. La atmósfera era tranquila y acogedora, y por un momento, sentí que éramos parte de una familia.
"Gracias por responder mis preguntas, Garrett. Fue agradable conocer un poco más sobre ti," hablé sinceramente, mirándolo con una sonrisa en los labios.
Él me miró y me devolvió la sonrisa, una sonrisa suave que parecía iluminarle todo el rostro.
"El placer fue mío, Lily. Es bueno poder hablar y compartir un poco más con alguien."
Ese simple y íntimo momento pareció derribar algunas barreras entre nosotros. Sentí que estaba ganando la confianza de mi jefe poco a poco, y eso me hacía feliz. Quizás había más que una relación profesional entre nosotros, tal vez una amistad estaba floreciendo, y tal vez, solo tal vez, había algo más. Pero no esperaba lo que estaba a punto de suceder.
Una de las sirvientas del castillo me había contado que la señora Felicity, la difunta esposa de Garrett, había ordenado la decoración completa de la habitación de Arthur junto con su esposo. Hasta las últimas semanas de su embarazo, la habitación de Arthur había sido completamente decorada mientras esperaban con ansias la llegada del bebé. Sin embargo, después de la muerte de la señora Felicity durante el parto, el señor Ward ordenó que se retiraran todas las decoraciones y terminaron en las mazmorras del castillo, sirviendo como almacenamiento. Descontenta con la decisión de mi jefe, le pedí a la sirvienta que me acompañara a las mazmorras y me mostrara dónde habían dejado los artículos de la habitación de Arthur. Luego solicité que todo fuera llevado de vuelta a la habitación del bebé, ya que estaba decidida a volver a armar la habitación para que Arthur pudiera estar en un ambiente agradable.
Primero armé las decoraciones de la cuna con los juguetes que colgaban sobre ella, y el bebé se emocionó y se puso feliz mientras jugaba con sus nuevos juguetes. Me reí, sintiéndome satisfecha de verlo tan alegre. Solo aumentó mi determinación de continuar con mi tarea. Armé el armario, ordené su ropa cuidadosamente y también coloqué muebles más cómodos para el bebé, organizando todos sus juguetes en la cómoda. Ese día, el señor Ward había ido al pueblo y había pasado todo el día trabajando allí, pero regresó temprano en la noche y fue directamente a la habitación donde Arthur y yo estábamos. Cuando dirigí mi mirada hacia la puerta, lo vi parado allí, observando todo lo que estaba haciendo. Tenía una gran sonrisa cuando lo vi.
"Hola, mira lo que encontré en la mazmorra. Arthur está muy feliz con sus nuevos juguetes." Dije inocentemente, en los últimos días él y yo estábamos más abiertos el uno con el otro. Seguía haciéndole preguntas, y él respondía todas las preguntas, y hablábamos durante horas sobre asuntos banales, estaba claro que a Garrett le gustaba mi compañía, incluso sonreía y hasta se reía un poco de vez en cuando, era tan bueno saber que yo era la que lo hacía sonreír al menos, para que pudiera olvidar su vida amargada.
"¿Quién te ordenó hacer esto?" Habló, aún de pie en la puerta. Mi sonrisa se desvaneció cuando noté su expresión de desagrado. Dejé de hacer lo que estaba haciendo y me levanté.
"Nadie, señor. Pero pensé que agregar algo de color al entorno de Arthur lo haría más feliz..."
"¡No te pagan para tomar tus propias decisiones aquí!" Me interrumpió bruscamente mientras se acercaba a mí. "Ordené que quemaran todo esto, pero te entrometiste e hiciste lo que no debías." Su mandíbula estaba tensa mientras se acercaba.
"Lo-lo siento, señor. No volverá a suceder..." Di un paso atrás al recordar lo que había pasado en la mazmorra semanas atrás. Tenía una mirada tan furiosa.
"¿Por qué siempre te estás entrometiendo? ¿Por qué te importa? Sabes que este niño no es tuyo y en cuanto dejes de ser útil, lo apartaré de ti y saldré al mundo, para que nunca vuelvas a saber de él. ¿Lo sabes? Entonces, ¿por qué insistes en cuidar del bebé y de mí...?" En ese momento estaba tan cerca de mí que no podía formar palabras, solo tragué saliva con dificultad y gruesas lágrimas cayeron de mis ojos, solo imaginar estar lejos de Arthur ya me hacía sentir que me derrumbaba. El señor Ward solo estaba tratando de romperme el corazón... "¿Por qué lloras? ¿Amas tanto a ese niño?" Sus palabras eran combustible para mis lágrimas, no quería estar lejos de Arthur. El señor Ward llevó su pulgar a mi rostro y lentamente limpió mis lágrimas, el acto fue tan simple que incluso dudé que viniera de él.
Pero para mi sorpresa, me jaló por la nuca y llevó sus labios a los míos en un beso. Abrí los ojos de sorpresa ante ese acto repentino suyo, pero se apartó como si se estuviera repeliendo de mí, me miraba con una cara turbada y salió apresuradamente de esa habitación. Yo seguía en shock, no sabía si estaba triste o feliz, no sabía cuál era mi sentimiento en ese momento. Mis piernas cedieron y caí al suelo con todo ese pequeño desorden de decoraciones a mi alrededor, mis dedos temblaban mientras los llevaba a mis labios. ¿Mi jefe me había besado? ¿Garrett Ward me había besado? ¿Pero qué significaba eso?
Tuve la respuesta cuando esa misma noche me mandó llamar. Ya había cuidado del bebé, y él dormía plácidamente en su cuna. También había quitado todas las decoraciones y las había devuelto a la mazmorra, haciendo que la habitación volviera a ser como antes, así que me acosté en mi pequeña cama y cerré los ojos para dormir, pero uno de los guardias de Lord Ward vino a mi habitación y dijo que quería verme. Me puse una bata sobre mi camisón y seguí al guardia hasta su oficina. Tan pronto como entré, lo vi sentado en su silla habitual, solo que hoy su corbata estaba desordenadamente suelta alrededor de su cuello, su cabello ligeramente desordenado y una mirada tambaleante con una botella de whisky en la mano.
"Siéntate." Señaló con la botella cuyo contenido estaba casi al final, señaló la silla frente a él tan pronto como me vio. Asentí ligeramente y me senté frente a él. Estaba claramente borracho. "¿Crees que eres muy especial, no?" Habló en un tono burlón y luego se rió. ¿Me había llamado allí para regañarme? "Cuando bebo, no tengo lengua, es más fácil decir lo que estoy pensando. Y hay mucho que he querido decirte desde que llegaste aquí. Entraste en la vida de mi hijo y en la mía y hasta nos devolviste las sonrisas. ¿Por qué? Cada día has sido más feliz y dócil, es simplemente imposible no gustarte, ¿has estado esforzándote mucho para verme feliz? ¿Por qué te importa? Te pareces tanto a ella... Felicity... Te pareces tanto a ella... Tanto que a veces me confundo y pienso que tal vez ella todavía está aquí conmigo, pero luego recuerdo que solo eres tú, así que vuelvo a odiarte por eso."
"Pero yo no soy ella..."
"¡Sí, no lo eres!" Me interrumpió bruscamente y luego volvió a hablar con tristeza. "Pero desearía que lo fueras... Porque si lo fueras, no me sentiría tan culpable, no me sentiría tan culpable por gustarme otra mujer mientras le prometí a mi esposa muerta amor eterno. Si fueras ella, no me sentiría tan malditamente culpable por gustarme tú, Lily."