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Seis

Mis ojos pasaron de los astutos de Isaac a los asustados de Joel. No podía hablar. No podía ni siquiera respirar.

"Habla del diablo y ella aparecerá." dijo Isaac con un guiño. ¿Espera, estaban hablando de mí? Oh Dios, por favor dime que no estaba hablando del sexo.

Si pudiera enterrarme en la tina d...