Read with BonusRead with Bonus

11

Tres semanas. Han pasado veintiún días desde entonces. Y no ha habido un solo día, aparte de los fines de semana, en que Steve y yo no nos hayamos visto. Era increíble cómo éramos capaces de inventar excusas tan convincentes para vernos que nadie parecía sospechar que estábamos involucrados. Claro, ...