Capítulo dos
Rose
Mis ojos se abren de sorpresa antes de sentarme derecha, mirando a mi alrededor. Por alguna razón, siento que no reconozco la habitación en la que estoy. Frunciendo el ceño, paso mis dedos por mi cabello mientras miro mi ropa, viendo que llevo una camiseta blanca y un par de shorts. No es una sorpresa. Debe haberme desvestido él.
¿Pasó algo anoche?
Exhalando, miro hacia la ventana; viendo la luz del sol pasar a través de ella. Los recuerdos de anoche invaden mi mente, haciéndome sentir todo tipo de emociones. Desde hacer contacto visual con un completo desconocido—Elia—y ser inyectada con algo en el cuello. Estoy bastante segura de que eran drogas. Se sentían como drogas, pero de un nivel completamente diferente.
¿Ves lo que hice ahí? He probado drogas.
''Lo siento, mio amore.'' Cierro los ojos, recordando la forma en que lo dijo. No es realmente sorprendente que sea italiano—podría haber prestado más atención. Sin embargo, habla inglés con fluidez; como si hubiera nacido aquí. De repente, empiezo a ver su rostro en mi mente mientras me sonríe. La forma en que me mira, su mirada, su observación, su vistazo—todos me hacen sentir cosas. Nunca me había sentido así antes.
¿Cómo puede una simple mirada hacerme sentir débil?
No olvidemos cuando me agarró la mano—se sintió como si cada voltio de electricidad pasara por mis venas. Fue algo, ciertamente algo, pero lo que más me atrae es la forma en que me mira. Es como si pudiera ver a través de su alma—haciéndome querer resolver el misterio. Queriendo resolverlo a él.
Inmediatamente miro hacia la puerta al escuchar voces. Empujándome hacia arriba, camino rápidamente hacia la puerta antes de abrirla y seguir las voces—que vienen de abajo. Mis ojos se abren al ver lo que veo. ¿Estoy soñando o es esto la realidad? La sala de estar está organizada de manera moderna, pero tiene un toque antiguo. Todo parece estar en blanco, lo que hace que la mansión parezca más grande de lo que ya es.
Mientras bajo las escaleras apresuradamente, veo un destello de alguien de espaldas con un traje.
De repente, de alguna manera, me quedo paralizada en mi lugar. Solo puedo verlo entrar en el coche y marcharse. Ni siquiera se da la vuelta para ver qué hay detrás. Frunciendo el ceño, gimo por mi propia estupidez. ¿Qué demonios, Rose? Tuviste tu oportunidad de hablar con él. Suspiro mientras miro las puertas frente a mí—sin saber realmente por qué me detuve.
''El señor Elia volverá en una semana.'' Alguien dice desde atrás, lo que me hace girarme sorprendida. Lo observo mejor y veo que probablemente tiene unos sesenta años. Lleva un esmoquin mientras me mira con una ligera preocupación, ''¿En qué puedo ayudarla, señorita?''
''Thorne.'' Respondo, ''Rose Thorne.''
Asiente con la cabeza y durante unos segundos, simplemente nos quedamos allí, mirando alrededor de manera incómoda. Intento romper la repentina incomodidad, pero no hay mucho que decirle—no soy muy buena para iniciar una conversación. Finjo toser, ''Creo que solo subiré las escaleras.'' Digo, señalando las escaleras.
''Espere, señorita Thorne.'' Saca algo de su bolsillo antes de entregármelo, ''Él le dejó un mensaje.'' Y empieza a alejarse—por el pasillo; dejándome mirando el sobre.
¿Está tratando de ser un caballero o está tan ocupado que no pudo verme y decírmelo él mismo? Ignoro el pensamiento antes de abrir el sobre y desplegar el papel. Una sonrisa aparece en mi rostro al ver que tiene una letra ordenada, lo cual no es muy común en los hombres. La mayoría de ellos tienen una letra desordenada. Supongo que él no es un hombre común.
Mio Amore,
Lamento no haber tenido la oportunidad de decir esto en persona. Lo que pasó anoche, realmente lo lamento. No fue considerado de mi parte inyectarte drogas, pero tenía que calmarte y por eso, me gustaría disculparme.
Te veré pronto, Rose.
Sinceramente,
Elia
Leo y vuelvo a doblar el papel; tragando el nudo inexistente en mi garganta. ¿Cómo sabe siquiera mi nombre? Sentándome en el suelo, trato de cerrar los ojos y calmarme. Todo esto ha cambiado a algo diferente—literalmente. Mi vida siempre ha sido oscura y horrible, pero entonces, un caballero de brillante armadura viene a salvar el día. No era exactamente un caballero de brillante armadura.
¡Oh vamos, Rose! Vuelve a tus sentidos, maldita sea. Me doy una bofetada mental mientras sacudo la cabeza—necesitando la urgencia de volver a la realidad. Esto no está pasando. No puedo estar pensando en él todo el tiempo; esto realmente no está pasando. ¿Qué tipo de drogas me dio anoche? ¿Fue algún tipo de hechizo de amor? Río sin querer, entonces debe haber funcionado.
''Detente, Rose.'' Murmuro bajo mi aliento mientras cierro los ojos, tratando de eliminar las imágenes de su rostro, pero fracaso miserablemente cuando me doy cuenta de que cuanto más lo intento, más lo veo. ''Genial, debe haber lanzado un hechizo.'' Río, sintiéndome como una idiota. Quiero decir, ¿qué tipo de mujer se sienta en el suelo, habla consigo misma y se ríe de repente?
Cierto. Yo.
Elia no ha estado haciendo nada. No ha hecho nada y se siente como si hubiera hecho todo. ¿Qué tipo de conexión es esta? Espera, ¿por qué siquiera estoy llamando a esto una conexión? Realmente me estoy volviendo loca. No, estoy muy loca. He perdido la cordura. Mi mente se queda completamente en blanco cuando miro hacia arriba y veo a alguien mirándome con una sonrisa en su rostro.
Me levanto inmediatamente, ''No te vi ahí.'' Digo, mirando al suelo—completamente avergonzada de que podría haber visto todo. Suspirando, casi puedo sentir mis mejillas calentarse.
Él camina hacia mí y miro hacia arriba para ver que tiene algunas semejanzas con Elia. Por ejemplo, el color de sus ojos y la profundidad de su mirada, su mandíbula perfectamente formada. Sin embargo, parece más joven. Mucho más joven. Tiene una expresión más suave en su rostro, ''Por supuesto que no me viste.'' Responde.
Empiezo a sentirme incómoda estando aquí, pero me quedo quieta, tratando de evitar hacer contacto visual prolongado. Él se ríe de repente, captando mi atención, ''No es todos los días que ves a una mujer sentada en el suelo, hablando y riéndose sola.'' Añade, rompiendo el silencio entre nosotros.
Soltando unas risas, ''Sí, bueno, a veces hay que ver algo nuevo.'' Digo. Mi mente se queda completamente en blanco, pero no me siento incómoda. Todo lo que siento es la tensión incómoda. Sí, fue embarazoso, pensé que no había nadie en la casa excepto el hombre de sesenta años.
Él sigue sonriendo y veo que tiene un hoyuelo en su mejilla izquierda, ''Soy Elliot. El hermano menor de Elia.''
''Rose.'' Digo mi nombre, ''No sabía que Elia tenía un hermano.''
''No sabía que Elia tenía una novia.'' Aclara su garganta y yo sacudo la cabeza en negación, ganándome otra sonrisa de él—¿soy yo o sonríen mucho?
''Oh no, no soy su novia. Yo—soy solo alguien. Quiero decir, solo una persona.'' Tartamudeo, ''Apenas nos conocemos.'' Añadí, haciendo que Elliot asintiera con la cabeza y se riera ligeramente. ''No lo pienses como un—''
Él me interrumpe, ''No, definitivamente. No.'' Se ríe, ''Bueno, en realidad estaba pintando afuera.'' Luego, señala la otra habitación, ''Pero cuando entré y escuché a alguien hablando, decidí ver qué pasaba y te vi en el suelo—gran primera impresión.''
Rodando los ojos, ''Eso fue embarazoso. Olvidemos que eso pasó.''
Elliot finge olvidar todo lo que acaba de ver, ''Memoria borrada.'' Y sonrío, sabiendo que es más joven y parece alegre de estar cerca. Sin embargo, nunca se puede juzgar un libro por su portada. ''Bueno, Rose, será mejor que me vaya.'' Dice.
''Cierto. Fue un placer verte.'' Le devuelvo la sonrisa y de repente, él agarra mi mano antes de besar el dorso—luego, me hace una reverencia de caballero mientras se aleja ligeramente.
''También fue un placer verte, hermosa.'' Lo escucho decir mientras desaparece por el pasillo—después de girar a la izquierda. Vi su última sonrisa antes de que realmente desapareciera de mi vista. Genial. Simplemente genial. Ni siquiera pude hablar con Elia, pero seguro que hablé con su hermano menor—Elliot.
Suspirando, subo las escaleras y me dirijo directamente a la habitación en la que desperté. Inmediatamente cierro los ojos tan pronto como siento mi espalda en la cama—de alguna manera disfrutando de la comodidad. Honestamente, no puedo sacar a Elia de mi mente y seguramente no puedo esperar a que regrese para que podamos hablar. Como, realmente hablar.
Está bien, Rose, pasará. Pensé antes de cerrar los ojos.